Acueducto II

Acueducto II, por Andrés González Arias

La toma de las instalaciones del Acueducto II por personas del estado de Hidalgo, se concretó en la madrugada de este lunes seis de marzo.

 

Y no fue precisamente una cuestión menor.

Cuando la ciudad de Querétaro todavía dormía, un importante número de “reventadores encapuchados” tomaron las instalaciones del Acueducto II ubicado en las inmediaciones de la Presa Zimapán, reclamando a viva voz el que “no queremos que se lleven nuestra agua”.

 

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La toma de estas instalaciones se realizó casi a la par con otro grupo de hidalguenses que en la capital del país se presentaron en las oficinas de CONAGUA, con la misma exigencia.

Ni la de aquí, ni la de allá fueron circunstanciales. Y por supuesto que fueron pensadas.

Y este conato de bloqueo para el agua que tomamos casi un millón de queretanos, lo conoció el gobernador Mauricio Kuri desde la madrugada misma cuando recibió la noticia por las personas que allá lo operan, que habían sido objeto de toma de instalaciones.

 

Y el gobernador Mauricio Kuri ordenó atender de manera inmediata este conato de toma de instalaciones.

 

Las instrucciones las dio directamente el gobernador MKG pero la operación fue realizada de principio a fin por Guadalupe Murguía. Y las cumplió al pie de la letra. “Cero violencia y anteponiendo a todo un diálogo total, absoluto”.

 

Y hasta allá se trasladaron un grupo de al menos 16 operadores de la SEGOB, quienes tenían la expresa indicación de no regresar hasta que todo estuviera arreglado.

 

Cuando este grupo llegó a las instalaciones, el asunto estaba más que caldeado. De los agitadores, y que todos portaban capucha, algunos llegaron armados. Se les notaba pistola al cinto. Y procuraron que las vieran quienes de la SEGOB llegaron hasta allá.

 

Además de los gritos, algunos llevaban carteles señalando que “Queremos que no se lleven nuestra agua”, cuando los veneros de donde se encuentra esta toma, están precisamente del lado de Querétaro.

 

Para darnos una mejor idea del riesgo real que se tuvo, baste recordar el accidente en la rotura de este ducto en los días cercanos a Navidad y que dejara sin agua a 218 colonias del área metropolitana de Querétaro, afectando al menos a 80 mil viviendas.

 

El sistema Acueducto II es el proyecto más grande de abastecimiento de agua en el estado de Querétaro. Y son enormes ductos que corren a lo largo de 123 kilómetros, desde sus fuentes en Zimapán, hasta la entrega de esta en la zona metropolitana.

 

Querétaro – eso lo sabemos todos – tiene el mayor crecimiento poblacional en el país, superando la media nacional. Acueducto II es un sistema hidráulico completo con plantas tratadoras de agua que garantizan la calidad del agua que tomamos los queretanos. Los manantiales generan un mil 500 litros de agua por segundo en época de estiaje, estiaje por el que ahora mismo atravesamos, y antes de llegar a su destino final – que es la llave de su casa – esta agua, ya tratada, es almacenada en cuatro enormes tanques de acero vitrificado, con capacidad de 12 mil metros cúbicos cada uno y que constituyen una reserva de más de 50 mil metros cúbicos de agua, para ser utilizados cuando estos se requieran.

 

Pero volvamos al momento difícil de la madrugada de este lunes.

Cuando llegaron con ellos el grupo de personas de la SEGOB del estado de Querétaro, no les dejaban ni entrar. Con los gritos, se mezclaban los reclamos de “fuera el Acueducto III” cuando esta obra, si bien ya está el proyecto, ni siquiera se inicia. Y también los manantiales se encuentran en la zona de Querétaro.

 

Muchos de los hidalguenses – después se supo – son originarios de algunas comunidades rurales del municipio de Zimapán y quiénes, cuando terminaba el gobierno anterior de Querétaro, ya habían hecho un intento similar pero a fuerza de no ser atendidos, terminaron por abandonarlo. Y hoy vuelven a la carga.

 

El personal de la SEGOB, sin más armas que el dialogo y luego de haber pasado horas verdaderamente complicadas y en las que se les hizo ver que con esta acción ellos, los del estado de Hidalgo, estaban cometiendo un delito, de hacerles ver que el gobierno de Querétaro no podía llevarles agua a sus comunidades, terminaron por levantar el estado de sitio al que tenían sometidas las instalaciones del Acueducto II.

 

 

En tanto y de parte de la SEGOB Querétaro, se dio un aviso a la Secretaria de Gobernación del gobierno federal, para que una situación como esta no se vuelva a repetir, en la que se sienten a dialogar las autoridades de ese estado, Hidalgo; las de Querétaro y el propio presidente municipal de Zimapán, a quién finalmente deben reclamarle el agua.

 

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Que haya una mesa de diálogo de las partes, sin la presión de las armas naturalmente.

Querétaro hizo bien su parte; falta la de ellos.